EL TURISMO QUE NOS ESPERA

EL TURISMO QUE NOS ESPERA

Imagino que a muchos de vosotros, como a mí, como a muchos, empiezan a picarnos las ganas de viajar, pero amig@s, toca hacer paciencia y mucha, porque si en nuestro día a día ya debemos armarnos de paciencia, en situaciones extremas, la paciencia requiere igualmente dosis extremas.

Y aunque estoy cargada de esta paciencia, no quita que no deje de fantasear con volver a visitar ciudades desconocidas, al tiempo que imagino y reflexiono acerca de cómo será nuestra forma de viajar después de esto… Y es que es evidente, que al menos por un tiempo, nada será como antes… Como nuestra vida pre Covid, esas costumbres que parecen ahora de un pasado muy pasado.

Pero el mundo cambia, y nosotros con él, a veces de forma consciente, a veces arrastrados por la situación y las modificaciones que se encajan sin apenas darnos cuenta. Y el turismo y nuestra forma de viajar, no se va a librar, creo que también cambiará, como decía, al menos por un tiempo.

Imagino muchos cambios, entre ellos, el primero y más importante, el querer alejarnos del turismo de masas. Con esto no quiero decir que necesariamente nos vaya a dar a todos por visitar sitios inexplorados, si es que quedara alguno. Evitar el turismo de masas no implica necesariamente un giro en la elección de destinos, sino en la forma de visitar el destino.

Y es que creo que, a partir de ahora, muchos desecharán la idea de meterse en un bus turístico con 100 personas más venidas de distintos puntos del globo, de visitar un monumento con 50 personas más, todos juntitos para poder escuchar bien las explicaciones desgañitadas del guía.

Creo que, principalmente, este hecho hará que los turistas o viajeros opten por opciones más independientes, que les permitan alejarse, en la medida de lo posible, de las grandes masas de gente y optarán, muy probablemente, por los nuevos (algunos ya llevan años funcionando) formatos en el sector turístico, tales como visitas guiadas individuales, excursiones privadas, o la más autónoma y segura posible, el uso de audioguías para conocer la ciudad a un ritmo libre y sin apenas contacto.

Pero como en todo… Todo tiene sus pros y sus contras.

Ventajas, esto beneficiará a los locales, mejorará la experiencia de viajar, la inmersión cultural y será un empuje más hacia el cada vez más necesario turismo sostenible.

Desventajas, una industria que lleva años funcionando con una misma fórmula (de éxito) tendrá que ponerse las pilas para una reforma necesaria y… reinventarse.

Por ahora, todo parece incierto, no hay fórmulas mágicas y el sector anda quebrándose la cabeza por ver cómo y cuándo volver a la normalidad… O a lo más parecido a la normalidad.

Mientras tanto, sigamos fantaseando con nuestro próximo destino y, sobre todo, cruzando los dedos para que esto pase pronto y no vuelva a ocurrir.

logo